La Heredera

Aprendió a caminar en los pasillos del negocio de su papá. Cuando tuvo edad comenzó a trabajar en el archivo y luego fue promovida a Recepcionista. Al terminar su universidad la contrataron como Vendedora. Así comenzó su carrera profesional y logró demostrar su capacidad para con sus cinco años de experiencia dirigir el Departamento de Contabilidad. Recuerda con cariño y con gran orgullo su primera reunión, con empleados que antes la llevaron en sus brazos, la vieron tomar su leche en botella, sus primeros días de escuela y su quinceañero. Muchos también que en la misma oficina habían celebrado su boda y el nacimiento de su bebé.

Luego de 10 años trabajando junto a su papá y a sus hermanos, la familia ha decidido que es tiempo de iniciar la transición para que su papá pueda ya disfrutar sus muchos años de trabajo y de cosechar sus logros en la empresa. Ahora le corresponde a Marta asumir la dirección del negocio y mantener su éxito para proveer la tranquilidad económica toda su familia y a sus empleados. A Marta le preocupa esta realidad, pero su familia la apoya y todos entienden que Marta está lista para cumplir su misión.  

Al reflexionar para aceptar su gran reto, Marta ahora entiende cómo su papá durante los pasados 10 años le fue enseñando cada uno de los departamentos en la empresa. Desde sus años de estudiante disfrutó la oportunidad de trabajar en las tareas mas sencillas y humildes en el negocio. Conoció a todos los empleados y como su compañera de trabajo compartió con ellos. Sin saberlo había ganado toda su admiración, su apoyo y su confianza. A casi todos los empleados los conocía por su nombre. Junto a su papá también conoció a los principales clientes del negocio, a los proveedores y hasta a los banqueros. Ahora entendía porqué su papá la llevaba a tantas reuniones y le hacía leer para luego juntos revisar tantos informes y documentos. 

Al pensar en su futuro, el de su familia y el de la empresa Marta logró bien identificar algo para lo cual no se consideraba aún preparada para con éxito dirigir la empresa.  Con claridad pudo reconocer que la universidad y sus años de experiencia en el negocio de su familia no la prepararon para ahora ser – la heredera. Para responder con seguridad al reclamo de su familia Marta entendió que debía buscar respuesta a sus preguntas.

Un día, mientras compartía con su papá el tradicional desayuno dominical, Marta le solicitó algo muy especial. Lo invitó a juntos tomar unos días de vacaciones,

- quiero secuestrarte unos días. Te pido que me dediques un tiempo muy especial y que me confieses tus secretos en el negocio. Enséñame papá tu libro de reflexiones, tus alegrías y tus tristezas como padre, como abuelo y como jefe del negocio. Quiero que me des la oportunidad de conocerte como mi Coach y que luego me permitas evaluar y aceptar o no todas las recomendaciones que sé de corazón me darás, pidió Marta a su papá.     

Sorprendido, con gran emoción y orgullo, el papá de Marta coordinó para complacer a su hija y su especial pedido. Sabía que siempre consideró a Marta como su sucesora y que hizo todo lo que entendió correcto para lograrlo. Entendía muy bien que Marta debía conocer sobre cosas no escritas en los informes del negocio, conocer sobre el sentir de sus hermanos, de los gerentes en la empresa, de los clientes, de los banqueros y hasta de sus competidores. Bien sabía de muchas cosas que Marta merecía conocer. Marta como joven empresaria, mujer, madre y hermana debía prontamente dar a demostrar su capacidad y su total control de la situación.

Todo negocio de familia tiende a reflejar varias características comunes. La experiencia demuestra que los patrones de conducta y relaciones interpersonales por lo general son iguales a los que se observan en la relación familiar. De hecho, resulta imposible entender el negocio sin conocer la dinámica familiar. Es precisamente la cultura familiar  la que provee forma y dirección al negocio. 

Marta y su papá se dedicaron el tiempo y el espacio que ambos se merecían y querían darse mutuamente. Escogieron para su encuentro un campo tranquilo entre las montañas, el río y un buen vino para facilitar la comunicación. Con ternura, y en ocasiones voz humedecida por lágrimas, Marta y su papá compartieron y hablaron sobre la vida, la familia, el negocio y sobre sus sueños.  

Explicó el papá a Marta cómo su familia y su negocio, sin él contar con estudios universitarios, los desarrolló y siempre los protegió solo con la enseñanza de la vida y de la calle. Marta pudo pronto entender que la empresa de familia es reflejo del estilo de la familia y de su dueño – su líder emocional. Le explicó su papá a Marta que la organización, la dirección y los estilos de trabajo en el negocio son el resultado de las relaciones y las necesidades de la familia. 

Muchas de las frustraciones, conflictos, dificultades y confusiones que se encuentran en estas empresas surgen precisamente de las relaciones familiares. De la misma forma las estructuras organizacionales, reglas, estilos de comunicación, liderazgo y procesos de toma de decisiones tienden a seguir los mismos estilos que los practicados en la familia. Muchas empresas demuestran ser muy efectivas en esta transición de familia al negocio; otras encuentran grandes dificultades en la administración su empresa y su desarrollo.

Marta disfrutó la llegada de la neblina, de la oscuridad de la noche y de la soledad que su papá le obsequió cuando decidió retirarse al terminar su copa de vino. Para Marta y su espacio era tiempo para reflexionar sobre lo aprendido en el día. Como estudiante aplicada repasó sus notas, miró al oscuro horizonte y entre la polar y la cacerola dibujó su mapa para convertirse en la líder emocional de su empresa.

Para entender a la empresa y apoyar su desarrollo, Marta con su mente empresarial y con su corazón de hija, esposa, madre y hermana entendió necesario diferenciar tres asuntos que debía con prioridad atender para establecer sin duda alguna su puesto como nueva jefe:

  • Relación Familiar - fundamentada en la emociones, orientada a la seguridad, expresada con el cariño y la diversión, mantenida con el crecimiento de los hijos y su bienestar económico.
  • Relación de Negocio – orientada a la tarea, mantenida por la productividad y efectividad financiera.
  • Relación Propietaria – fundamentada en el sentido de pertenencia, creadora de la política y la dirección empresarial, administradora del desarrollo continuo del negocio.

Fueron muchos los ejemplos que el papá compartió con Marta sobre sus experiencias y su aprendizaje en la vida y en la calle. Entre copas de vino, aire fresco y buen queso ambos compartieron sobre estas tres relaciones inter-dependientes: la familia, los gerentes y los empleados que interactúan simultáneamente. El papá explicó a Marta que cada grupo tiene una perspectiva diferente del negocio, con diferentes necesidades, prioridades y lealtades. Por lo que los roles en la empresa tienden a crear conflicto cuando el puesto y la función en el negocio impactan la relación personal y familiar.

Marta quiso luego del almuerzo dar en paseo a caballo junto a su papá. Juntos disfrutaron del paisaje, la frescura y la invitación del campo a la ternura y a la expresión sincera. 

- La empresa familiar debe organizarse y administrarse de forma que responda a las necesidades de la familia y del negocio. Es la oportunidad para dar y mantener los empleos a familiares y amigos sin convertirse en una agencia de “mantengo”. La familia es un sistema de apoyo emocional; la empresa es un negocio que tiene que luchar para sostenerse y esa será tu responsabilidad, dijo el papá a Marta. 

La experiencia le había demostrado al papá de Marta varias “reglas doradas” y no escritas que debían observarse en la empresa. Reglas que se aprenden en la vida y en la calle, le explicó el papá a Marta:

  • Cada familiar trabajando en la empresa debe estar tan calificado y desempeñarse tan bien como cualquier otro empleado de la empresa.
  • Debe tenerse un equipo directivo con por lo menos uno que no sea de la familia.
  • Todo puesto clave en la empresa debe contar con la persona mas calificada, no limitar estos puestos a familiares.
  • Corresponde principalmente al Presidente de la empresa identificar las necesidades de los clientes, cultivar con ellos su relación de confianza y apoyo mutuo.
  • Es el Presidente de la empresa el que debe decidir qué tipo de negocio hacer y con quién hacerlo.
  • Solo la experiencia dará la sabiduría para decidir cuánto o no crecer el negocio a corto y largo plazo. 
  • Es el Presidente de la empresa quien con su ejemplo y su comunicación constante transmite interna y externamente los valores y la cultura de la empresa y de su gente. 
  • La planificación y facilitación de la sucesión en la empresa debe ser coordinada por un recurso externo a la empresa y a la familia.

Luego de su tiempo y con la enseñanza de su papá Marta desarrolló su visión como nueva líder emocional de la empresa. Entendió con la vida y la calle que su papá le enseñó que todo empresario, dueño y administrador de su negocio debe tener como objetivo principal salvaguardar el bienestar de su empresa y el de su familia. Por lo que iniciar a tiempo la transición generacional era un proceso de vital importancia para la familia y para el negocio. La relación de familia dueña del negocio, complementada por la gerencia externa, lograría mantener la planificación del negocio con un enfoque a largo plazo, manteniendo también la atención a las relaciones interpersonales. La relación de los valores éticos, prácticas y estilos de efectiva comunicación, apoyo mutuo y la disciplina en la administración del negocio proveería a la empresa una envidiable capacidad competitiva.

Marta por siempre recordará sus días de escape junto a su papá y sus palabras para con una copa de vino en mano, voz frágil y en un abrazo despedirse de su montaña,

– lograr el éxito económico del negocio es un reto a la capacidad y a la sabiduría para aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta; lograrlo mientras mantenemos los valores, la unidad familiar, la ética e integridad en todo lo que hacemos constituye el reto a nuestra conciencia y el legado a nuestros hijos, dijo el papá a Marta.