Cuestión de Estilo
Al completar su tercer año de buena vida universitaria es seleccionado para participar en el programa de desarrollo para futuros gerentes en el banco del país. Para Rafa es un gran logro ya que sabe que compite con muchos otros estudiantes. También sabe que el banco prefiere seleccionar estudiantes de universidades americanas, mientras él prefirió ser gallito y quedarse en la playa de Ocean. Por lo que celebró en grande el lograr ser parte de tan destacado grupo, con la crema y nata de los futuros banqueros del país. Muy pronto Rafa conoció la fuerte competencia que tiene en el grupo de estrellas y que de sus experiencias de verano dependerá lograr o no la oportunidad de empleo al completar su bachillerato.
Su primer día en el banco fue toda una experiencia para Rafa. En la tradicional bienvenida y orientación sobre el programa de desarrollo para futuros gerentes conoció a los principales vicepresidentes del banco. Para su total sorpresa su grupo de estrellas participó ese primer día de un almuerzo con el Presidente del banco. Esta actividad marcó una nueva experiencia para Rafa. Durante años Rafa fue atleta, practicó deportes, sabía competir y estaba acostumbrado a ganar. Pero nunca se imaginó la competencia que iba a encontrar durante su empleo de verano. Supo pronto entender lo que sería su futuro como banquero. Reconoció la necesidad de rápido aprender y practicar lo que sus libros en la universidad llaman “la política organizacional”. Rafa entendió que para ser exitoso en el mundo de los negocios necesitaba algo más que el diploma y su excelente promedio académico.
Esa primera tarde de banquero fue para Rafa muy intensa. Por primera vez con gabán y corbata necesitó dedicar un rato a “los paraos” de la milla de oro, refrescar su garganta y enfriar su decepción. Allí se encontró con su amigo Carlos, unos años mayor que Rafa pero también dedicado a las olas y ya un exitoso corredor de los valores de otros en una reconocida firma. Entre mucho sol, olas, tablas y frías Carlos se había convertido en el Coach de Rafa para asuntos de panas, amores y planes de futuro. Luego de escuchar sobre los cuentos del nuevo banquero, Carlos con una voz nueva y muy firme le dijo a Rafa –
- “Si de verdad quieres competir en este ambiente y ser exitoso, aprende rápido la verdadera definición de “política organizacional”. Tienes que decidir si juegas ó no bajo estas reglas. Entiende que, no solo en el banco, sino en toda empresa, para ser exitoso siempre tendrás que competir por influenciar la toma de decisiones en la distribución y administración de los recursos del negocio. De eso se trata el juego gerencial. Compite por recursos para lograr los resultados. Si no aprendes a ganar la confianza de otros y a influenciar la toma de decisiones, jamás tendrás lo que necesitas para demostrar tu capacidad y lograr tus resultados”
Durante sus veranos de banquero Rafa supo muy bien prepararse y competir exitosamente. Para ser exitoso en el mundo de los negocios se requiere combinar la universidad, con la calle y con las experiencias de la vida. Como buen surfer y excelente competidor Rafa se dedicó a estudiar a su competencia; a reconocer sus fortalezas y debilidades para encontrar las verdaderas oportunidades. Rafa siempre es un jugador de equipo, sabe complementarse con su gente y sabe también cuidarse de sus rivales. Los consejos de Carlos ayudaron a Rafa a prepararse para competir, para jugar en equipo y para todos ganar.
Junto al estudio bancario y los proyectos de verano Rafa se dedicó a conocer a su gente, a sus jefes y a sus clientes. Aplicó lo aprendido en varios de sus cursos universitarios y lo aprendido en su doctorado de la vida playera. Rafa entiende la importancia de los estilos de comunicación y de las relaciones con otras personas. También sabe cómo las personas cambian su estilo de comunicación y su efectividad cuando se encuentran en condiciones normales o en condiciones de presión. Para no olvidar sus experiencias y preparar su carta náutica, Rafa resumió para beneficio propio las características de personas que conoció en sus veranos de banquero. En su interpretación de la gente Rafa reconoció cuatro estilos de comunicación y relaciones inter personales: Soñador, Emocional, Estructural y Enérgico.
Al primer grupo Rafa los llama los “Soñadores”. Estas personas tienden a valorar mas las ideas, la innovación, los conceptos, la teoría y el pensamiento a largo plazo. Tienden estas personas a derivar mayor satisfacción de las posibilidades, a retar, no por razones negativas u hostiles, pero por que han aprendido el valor del re-examen continuo. Son motivadas y tienden a ser personas auto recompensadas por la solución de problemas, mas que por la implantación de soluciones.
Las personas de estilo de “Soñador” se desempeñan y son respetadas por su rapidez y razonamiento. Tienden a cuestionar y validarlo todo en lugar de aceptar el “status quo”. Estas personas tienen la habilidad de anticipar situaciones y proyectar resultados antes que otras personas. Por lo que son personas muy efectivas al lograr relacionar hechos y/o circunstancias que otros no han reconocido.
El estilo “Soñador” entiende y acepta la falta de orden y organización como algo inevitable, pues son personas que confían en poder manejar efectivamente los posibles conflictos que esto ocasione. Por lo que no son receptivos a la estructura ni a los controles. Su visión de futuro los hace pensar que los problemas inmediatos y los detalles son solo parte de asuntos mayores que requieren la verdadera atención.
Otros pueden percibir a las personas de estilo “Soñador” como idealistas de su propio mundo; personas difíciles de entender y poco prácticos. Cuando logran su efectividad, las personas de estilo “Soñador” son reconocidas como líderes visionarios que pueden hábilmente diferenciar entre circunstancias menores y hechos reales. En el ambiente apropiado y contando con el apoyo correspondiente estas personas aportan ideas noveles e innovaciones efectivas. Son personas con la capacidad para identificar nuevas estrategias y direcciones que otros no reconocieron.
En su peor momento, las personas de estilo “Soñador” pueden resultar ser visionarios sin acción. Pueden estar orientadas a evitar los detalles, la documentación y la consideración a otras personas. Este estilo de persona puede en ocasiones ser impaciente y molestarse cuando otros le solicitan evidencia y justificación respecto a sus ideas e iniciativas. Cuando está bajo presión, este tipo de persona tiende a verse por otros como jugador independiente que solo se preocupa por sus propios asuntos y no por los del grupo. Por lo que se percibe como inflexible, poco práctico y no comprometido. En momentos de presión, el “Soñador” por lo regular tiende a justificar conceptualmente su posición en lugar de probar o apoyar a otros a evidenciar sus argumentos.
En sus experiencias con banquero de verano Rafa también conoció a personas que llama de tipo “Emocional”. Estas personas buscan y disfrutan el contacto con otros y tratan de entender y analizar sus propias emociones y las emociones de las demás personas. Su inclinación por la gente, y el entenderlos, los hacen muy hábiles para “leer entre líneas” sobre lo que otros dicen y hacen.
Las personas de tipo “Emocional” se perciben como dinámicas y motivadoras. En particular, tienden a responder efectivamente y con sensibilidad a las necesidades y deseos de otras personas. Este tipo de persona es capaz de reconocer diferencias entre lo que expresan y lo que demuestran otros; o en lo que hacen y cómo verdaderamente se sienten las demás personas. Por lo regular son muy efectivos en la solución de conflictos emocionales y en la motivación de grupos. Tienden también a ser muy efectivos en anticipar las posibles reacciones de otros a cambios, situaciones y acciones.
En sus momentos de mayor efectividad, las personas de tipo “Emocional” son muy perceptivas, demuestran afectivas destrezas de comunicación, son pacientes, saben escuchar y observar situaciones. Tienden a ser muy hábiles en la forma en que atienden la política interna en las organizaciones, reducir la negación o resistencia al cambio y lograr la colaboración, trabajo en equipo y el desarrollo del plan de trabajo.
Este tipo de persona “Emocional” puede tender a preocuparse mas por cómo se sientan otros que por el logro de los resultados esperados. Por lo que en ocasiones dedican mas atención, tiempo y recursos a analizar, comunicar e interpretar posibles reacciones de otros que a al diseño, planificación y coordinación sistemática. Pueden ser percibidos como personas que actúan mas por intuición y sentimientos que por lógica.
Al encontrarse bajo presión, las personas de tipo “Emocional” pueden actuar conforme a su preocupación por los sentimientos propios y los de otros. Por lo que se perciben como personas que están a la defensiva y que sobre reaccionan. Pueden ser criticados por su subjetividad e indiferencia a las necesidades de otros. Su reacción tiende a ser muy emotiva por lo que puede afectarse su credibilidad ante otros.
Para Rafa y su definición de estilos de comunicación resultó de especial interés las personas de tipo “Estructural”. Estas personas tienden a valorar mas la lógica, las ideas y el análisis sistemático. Encuentran la satisfacción en identificar problemas, desarrollar posibles soluciones, evaluarlas y comprobar su efectiva validez.
Este tipo de persona “Estructural” por lo regular se desempeña de forma muy estable y consistente. Confía en sus observaciones y razonamiento mientras evita confrontaciones de tipo emotivo o especulaciones. Típicamente estas personas desconfían de cambios innovadores que se aparten de prácticas y métodos ya probados – mientras son analizados, probados y validados. Este tipo de persona “Estructural” prefiere tomar el tiempo para evaluar y probar alternativas antes de comprometerse o tomar las decisiones correspondientes. Por lo regular se perciben como personas orientadas a resultados, mas que como visionarios. Por lo que se valoran mas por su prudencia y capacidad de análisis que por su habilidad de motivar a otros.
En sus momentos mas efectivos, las personas de estilo “Estructural” se perciben como consistentes promotores del progreso – personas de acción y resultados. Se les reconoce como personas objetivas que se guían por la lógica y no por sentimientos. Pueden ser muy efectivos en la planificación, investigación e implantación de soluciones.
En situaciones de presión, las personas de estilo “Estructural” se perciben como conservadores que crean el sobre análisis y evaluación antes que la acción requerida. Su inclinación al análisis, evaluación y validación hace que otros los perciban como inseguros. Al responder al cambio, a base de principios lógicos y racionales, pueden percibirse como inflexibles y dogmáticos. Se preocupan mas por el progreso consistente y uniforme que por mejoras y/o cambios significativos.
Rafa pudo identificar en su amigo Carlos, al igual que otros en el banco, lo que llama personas de tipo “Enérgico”. Estas personas se esfuerzan por lograr resultados específicos inmediatos, sin invertir tiempo en evaluaciones y deliberaciones. Este tipo de persona busca implantar lo que crea necesario y evalúa las acciones específicas de otros como indicadores de su compromiso. Este tipo de persona “Enérgico” cree firmemente en la importancia de las acciones diarias y su satisfacción es inmediata. Por lo que su enfoque es específico, exigente y claro respecto a la vida y el trabajo.
De acuerdo a Rafa, las personas de tipo “Enérgico” están orientadas a resultados. Dedican su tiempo a la acción constante con determinación y entusiasmo, removiendo todo obstáculo que puedan encontrar. Estas personas disfrutan de trabajar en varios proyectos a la vez demostrando una impresionante atención a los detalles. Cuando atienden nuevos proyectos, las personas de tipo “Enérgico” buscan primero probarse a sí mismas que lo propuesto es lo correcto y que proveerá los resultados esperados. De lo contrario, tienden a tener dificultad en el desarrollo de estos nuevos proyectos. Estas personas aprenden de la experiencia propia; no de conceptos teóricos o referencias.
Las personas de tipo “Enérgico” tienden a ser decisivas. La pronta toma de decisiones es un asunto de importancia para estas personas pues entienden que así liberan su ansiedad y evitan la pérdida de tiempo y recursos. Su medición de éxito y progreso está determinado por aspectos concretos y específicos, como por ejemplo: ventas, producción, calidad, ganancias, reducción de gastos, etc.
En sus momentos mas efectivos, las personas de tipo “Enérgico” se perciben como promotores, gente confiable que “moverá montañas” para lograr sus metas. Están orientados y son motivados por resultados y tienen habilidad para la organización, planificación y medición. Pueden percibirse como personas impacientes e incansables. Este tipo de persona tiende a ser muy efectivo desarrollando y motivando a otros.
En situaciones de presión, las personas de tipo “Enérgico” pueden percibirse como anti-intelectuales, de visión limitada, que sobre reaccionan a las diferencias en opiniones que representen detener o posponer la acción. Al sentirse presionados, este tipo de persona tiende a continuar su curso de acción; no importa la opinión o sentimientos de otros. Este tipo “Enérgico” de persona puede también percibirse como dispuesta a sacrificar los resultados a largo plazo por lograr sus objetivos inmediatos. Su inclinación a la acción puede afectar su capacidad para planificar, analizar y considerar las opiniones y sentimientos de otros. En términos de dimensión de tiempo, este tipo de persona se enfoca en el presente.
Además de aprender sobre banca y finanzas, Rafa en sus veranos aprendió sobre la gente, su comunicación, sus relaciones y efectividad. Hoy con su gabán y corbata navega como exitoso banquero y líder mas allá de la milla de oro, en el banco que sigue siendo uno.